El 5 de enero de 1728 nace en el convento de San Juan de Letrán la primera universidad de Cuba, la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana. En el acto de inauguración se nombra a fray Tomás Linares del Castillo como su primer rector, quien a partir de ese momento regiría las primeras facultades: Artes y Filosofía, Teología, Cánones, Leyes y Medicina.
EL 2 de enero de 1733 se presentan los primeros estatutos de la Universidad; sin embargo, no es hasta agosto de 1735 que entran en vigor. En ellos se establecía que el gobierno de la Universidad debía estar constituido por un Rector, un Vicerrector, cuatro conciliarios, un Maestro de Ceremonias y un Secretario; cada año el Claustro Mayor realizaría las elecciones para estos cargos. En esta primera etapa se destaca un importante catedrático: Tomás Romay, autor de trascendentales investigaciones en el campo de la medicina y la biología.
Tras un proceso de reformas, la Universidad de San Gerónimo de la Habana pasa a ser una institución laica, y en 1850 cambia su nombre por Real y Literaria Universidad de La Habana. En esta segunda etapa se profundiza el desarrollo científico en la Universidad. Con tal objetivo se funda el museo de historia natural y el jardín botánico nacional pasa a ser regido por la institución. Para ese entonces la enseñanza contaba con las facultades de Jurisprudencia, Medicina, Cirugía y Farmacia.
Figuras como Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Bachiller y Morales, Felipe Poey, Francisco de Arango y Parreño, pasaron por sus aulas en estas etapas iniciales. Ellos contribuyeron a forjar un pensamiento nacional autóctono que devino compromiso revolucionario para las nuevas generaciones. Un hecho trascendental fue el asesinato de ocho estudiantes de medicina en 1871, acusados con pruebas y testimonios falsos. Actualmente los estudiantes universitarios rinden homenaje a aquellos mártires. En este período ocurrieron otros hechos medulares de la historia universitaria como la graduación de la primera mujer, Mercedes Riba, el 23 de septiembre 1885.
El 3 de enero de 1899 Brooke delega en el rector amplias facultades para resolver todos los problemas que la administración española había dejado en la Universidad. Expresaba en la carta al Rector: “… le declaro que formalmente delego en usted las facultades propias de que gozaba la autoridad suprema española de esta Isla”. Se iniciaba así la tercera etapa de la Universidad, convertida ahora en “Universidad de la Habana”.
Bajo las ideas del plan Varona, en este período se llevan a la universidad las más modernas ideas docentes de la época. Sin embargo, las condiciones estructurales del edificio de San Juan de Letrán no eran las mejores: se tornaba incómodo e inadecuado.
El 1 de mayo de 1902 comienza el traslado de la Universidad a la colina de Aróstegui, conocida también como la “Loma de la pirotecnia”, y ubicada en el Vedado. En esta época comienza también una importante etapa de su historia; acontecimientos como la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria, el pronunciamiento de los discursos de José Antonio Echeverría, el descenso por su amplia y ancha escalinata de la generación del centenario en su histórica marcha de las antorchas y la valentía demostrada por sus estudiantes, son algunos de los sucesos que pueden mencionarse.
La Universidad de la Habana, además de ocupar un sitial de honor en la historia por su aporte a la lucha patriótica, ha sido el centro de grandes educadores cubanos como Enrique José Varona, Luis de Soto, Vicentina Antuña, Mirta Aguirre, Hortencia Pichardo y un grupo de pedagogos cubanos que a lo largo de los 280 años de vida de la Universidad han ofrecido sus conocimientos para beneficio de las nuevas generaciones.
Tras el triunfo revolucionario de 1959 se reabren las puertas de la Universidad habanera, que estuvieron cerradas por 3 años. A partir de ese momento se le da acceso a todo el pueblo y con la Reforma Universitaria de 1962 se depura al estudiantado y al claustro seguidor de la dictadura de Fulgencio Batista. Asimismo se pone la ciencia en el eje de la enseñanza universitaria.
La nueva universidad es desde ese momento protagonista y brazo importante de la Revolución para crear una Cuba nueva.
Gracias al Alma Mater habanera nacen el Instituto Politécnico “José Antonio Echeverría”, el de Ciencias Médicas, el Superior Pedagógico, el de Ciencias Agropecuarias y las ciencias agropecuarias de Pinar del Río y Matanzas. Más de 50 programas de doctorado y otra generación de estudiantes universitarios que le han dado un sitial en la historia. Otra de las grandezas de esta casa de estudios es la de haber formado 1560 jóvenes de países del tercer mundo, en representación de 65 naciones.
Actualmente la Universidad de La Habana posee una matrícula de 60 mil estudiantes distribuidos en sus 17 facultades y las 15 sedes municipales. En el actual período docente educativo se estudian 32 carreras.
Así, con el verdor creciente de los vetustos laureles que pueblan un ángulo de la colina, y los majestuosos edificios que albergan una multitud estudiantes, tiene cuerpo y perfil propio nuestra Universidad de La Habana, conservándose para la historia y la tradición en sus más de 280 años de existencia.
Para intentar un acercamiento a sus plazas, monumentos y demás lugares de interés es necesario que tomemos derrotero a partir de la calle San Lázaro y, ascendiendo los 88 escalones de la escalinata monumental, iniciemos su recorrido.
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