Después de dos semanas de intentas protestas, este domingo los miles de manifestantes que exigen mejoras en el sistema social y reformas políticas de España afirmaron que no se doblegarán hasta sentirse escuchados.
"Nos quedamos y luego matizamos (veremos) hasta cuando", afirmó uno de los participantes.
En este sentido, aseveraron que mantendrán la actitud pacífica que han manifestado hasta ahora y que esperan seguir contando con el apoyo de las diversas organizaciones organizaciones sociales que han de manifestado estar a su favor.
Este domingo, una marea marea multitudinaria de manifestantes, en su mayoría jóvenes, llenó la emblemática Puerta del Sol de Madrid (capital del país) en apoyo al movimiento conocido como 15-M, de personas que se autocalifican como indignados ante el trato represor que han mantenido las autoridades con las protestas.
Los indignados protestan contra la corrupción, el aumento del desempleo que sobrepasa el 20 por ciento y la falta de perspectivas de progreso que tienen en esa nación europea.
Este movimiento comenzó el 15 de mayo y además de jóvenes, reúne a jubilados y parados.
El sábado los manifestantes organizaron asambleas en 120 barrios y comunas vecinas de Madrid que atrajeron a miles de personas, y planean, en las semanas que vienen, continuar su movilización con la consigna "tomar los barrios", con la que pretenden llegar a las comunidades y lograr más adeptos.
La policía local en varias oportunidades ha arremetido contra las protestas, no obstante, los jóvenes afirman que pese a la fuerza de los uniformados, no se rendirán hasta que las autoridades escuchen sus demandas.
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