Una gigantesca movilización tuvo lugar desde temprano en el centro de Ramalah, ciudad sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) donde los residentes agitaron banderas, enarbolaron consignas y dirigieron alocuciones alusivas a la ofensiva diplomática en Nueva York.
Estudiantes, jóvenes, trabajadores, activistas civiles y representantes de distintas facciones políticas abrieron la demostración con una visita a la tumba del fundador de la ANP Yasser Arafat, y luego marcharon por distintas calles de Ramalah.
Para los organizadores fue un anticipo de lo que puede ocurrir el próximo 23 de septiembre en la ONU, cuando el presidente palestino y líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmoud Abbas, presente la solicitud formal ante el Consejo de Seguridad.
En la plaza central de Ramalah, los oradores destacaron el respaldo mayoritario de la comunidad internacional a conceder la membresía plena a la ANP en la organización mundial, y reprobaron las presiones del presidente norteamericano, Barack Obama, y su amenaza de usar el veto.
Al respecto, recordaron que Obama dijo avalar la fórmula de "dos Estados", pero en el momento decisivo maniobra abierta y solapadamente para abortar la pretensión de Abbas, pese a la falta de progresos tras 20 años de negociaciones con Israel.
Los manifestantes recalcaron la exhortación al liderazgo palestino para que se mantenga firme en su postura y tampoco acepte una oferta de aplazar la demanda de reconocimiento o conformarse con un estatus menor que el de miembro de pleno derecho.
Mientras en esta ciudad el grupo musical de la OLP Al-Aasheqeen actuó para la multitudinaria audiencia, en la ciudad dividida de Hebrón se realizó la mayor movilización de la Ribera Occidental, a pesar de la hostilidad de las tropas ocupantes sionistas y de colonos judíos.
Asimismo, en Belén unos tres mil palestinos, incluidos sacerdotes cristianos, se reunieron fuera de la iglesia de la Natividad, el sitio tradicional de nacimiento de Jesús, para reclamar un Estado con las fronteras existentes cuando la ocupación israelí de 1967.
El martes, varias docenas de israelíes extremistas residentes en el cercano asentamiento de Beit El marcharon por el norte de Cisjordania hacia una base militar para protestar contra el plan palestino y otro grupo hizo lo propio desde la colonia de Itamar a un puesto en Naplusa.
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