Al menos dos mapuche fueron detenidos luego que la Policía local desalojara al grupo de cinco dirigentes comuneros que pidieron durante la misa de Pascua de Resurrección, en la Catedral Metropolitana de Santiago de Chile, libertad para los cuatro presos que se han mantenido en huelga de hambre durante 41 días.
Finalizada la homilía, los mapuche llegaron hasta el altar del templo y desplegaron una pancarta que decía: "Libertad a los presos políticos mapuche". Posteriormente los carabineros irrumpieron en la Iglesia y fueron sacados violentamente del sitio.
La dirigente Natividad Llanquileo acusó a la Policía de reprimir agresivamente la iniciativa y explicó que sólo querían recordar a los chilenos la situación en que se encuentran los comuneros en ayuno.
"Los comuneros condenados a 20, 25 años de cárcel llevan más de 40 días en huelga de hambre y resulta que no ha pasado nada, la Iglesia ha jugado un rol súper pasivo con toda esta situación, sabiendo en las condiciones en las que se encuentran porque nosotros hemos estado informando constantemente de todo lo que está pasando", dijo Llanquileo.
Dos de los mapuche quedaron detenidos y fueron llevados hasta la Primera Comisaría de Santiago donde se les interrogará.
Tras los hechos monseñor Ricardo Ezzati, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (Cech), y quien se desempeñó como mediador el conflicto entre mapuche y el Gobierno de Sebastián Piñera, afirmó que la manifestación de este domingo "es una expresión de lo que es el dolor humano o de lo que es una incomprensión que mucha gente puede sentir como sufrimiento”.
“Yo lo interpreto como un clamor que se eleva hacia el Señor, y que realmente nosotros vivamos la Pascua también tendiendo la mano a quienes sufren. Yo sé que están en huelga de hambre y que han retomado esa situación complicada y difícil”, dijo Ezzati.
Los cuatro comuneros mapuche condenados a 25 años de cárcel bajo la ley Antiterrorista (Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical), se encuentran en un estado de salud delicado por la pérdida de peso y por las secuelas de una anterior huelga de hambre que protagonizaron en el año 2010 junto a otros 34 comuneros más, en rechazo a la citada legislación.
Los indígenas fueron juzgados en el Tribunal Oral en lo Penal de Cañete (635 kilómetros al sur de Santiago), por los delitos “de robo con intimidación y homicidio frustrado y lesiones”.
En el juicio se les halló culpables de un presunto atentado a un fiscal chileno en 2008 a partir del cuestionable testimonio de un testigo sin rostro.
Tras conocer el fallo, los mapuche decidieron el pasado 15 de marzo retomar el ayuno que en rechazo a la aplicación de la ley Antiterrorista ya habían protagonizado en 2010 por más de 80 días.
La Comisión Chilena de Derechos Humanos (Cchdh) a finales de marzo consideró las penas de cárcel impuestas contra los cuatro comuneros mapuche como una condena política .
El presidente de la Cchdh, Gonzalo Taborga, denunció que más allá de las acusaciones que pesan sobre los indígenas, la condena se dicta para silenciar a “los mejores representantes políticos del pueblo mapuche en su demanda histórica por la devolución de sus tierras”.
Contra ellos “se aplicó una ley Antiterrorista, cuya propia naturaleza es antidemocrática, en el sentido que se gestó bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), precisamente para castigar a todos los disidentes del sistema”, sostuvo.
Durante años los indígenas mapuche han emprendido movilizaciones por la recuperación de los espacios territoriales, que demandan como propios frente a la ocupación de éstos por parte de empresas forestales y
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario