La Quinta Cumbre presidencial de las Américas se realizará en Trinidad y Tobago en abril de 2009. Será la primera cumbre continental después de la de Mar del Plata en 2005, cuando se protocolizó el fracaso del ALCA y también la primera a la que asistirá Barack Obama como nuevo presidente de Estados Unidos.
Para el movimiento popular esa reunión será una ocasión importante para definir una posición pública ante los acelerados acontecimientos del último año, incluyendo los problemas de la integración regional, la crisis global, la definición ante las posiciones del nuevo gobierno de EEUU, así como para discutir la agenda del movimiento social con miras a profundizar el debate, la confrontación y la formulación de alternativas al modelo neoliberal. También será una ocasión para estrechar lazos con los movimientos sociales del Caribe.
Los temas de la Cumbre de las Américas ya han sido presentados por el comité organizador, en ellos se evidencia un fortalecimiento de las ideas neoliberales como estrategia de salida a la crisis y una preocupación cada vez mayor por la seguridad y la militarización de nuestros países; los ejes de trabajo serán: seguridad energética, sostenibilidad ambiental, seguridad pública y gobernabilidad democrática.
Un antecedente importante de este proceso es el hecho de que por iniciativa de Estados Unidos, todavía bajo el gobierno de Bush, los representantes de Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú y la República Dominicana, se reunieron en Nueva York el 24 de septiembre de 2008 para resaltar el “compromiso común con la liberalización del comercio y la inversión” y reivindicar que habían “tomado medidas para suscribir y poner en vigor tratados de libre comercio” que, según ellos, “han contribuido significativamente a la reducción de la pobreza” y declararon su “compromiso con la concertación de un acuerdo ambicioso en las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, con los objetivos del libre comercio y la continuación de los esfuerzos para promover la integración económica en el hemisferio.
Como se manifestó en la Cumbre de los Pueblos reunida en Salvador Bahía, “el actual gobierno de Bush en los Estados Unidos ha buscado dividir la región, reeditar la fracasada propuesta del ALCA, ha tratado de entorpecer o evitar los procesos de integración regional alternativos y profundizar los esquemas de libre comercio, apertura a las inversiones, endeudamiento en varios países y militarización, y la Unión Europea sigue buscando impulsar políticas similares en nuestra región”. Aún se debate si el nuevo gobierno de Obama continuará estas políticas o hará un replanteamiento de las relaciones con la región.
Por otro lado, en América Latina se han desarrollado iniciativas de integración que apuntan a una mayor autonomía regional, excluyendo a EE.UU., como se evidenció en las cumbres de presidentes que coincidieron en Salvador Bahía a finales de 2008. Sin embargo, estos procesos y la toma de distancia con la política de Bush no están exentos de contradicciones.
El rol de los movimientos sociales en el reconocimiento de estas contradicciones y en la generación de propuestas alternativas de integración adquiere ahora, de cara a la IV Cumbre de los Pueblos, una relevancia aún mayor. Este será un espacio para renovar el rechazo al modelo económico neoliberal y para reclamar de nuestros gobiernos políticas de desarrollo basadas en la igualdad y en la justicia social, garantizando la soberanía alimentaria y energética, el cuidado del ambiente, los lazos de cooperación latinoamericana, la igualdad de géneros y la diversidad étnica y cultural.
Así mismo, será de gran importancia el intercambio con los movimientos sociales del Caribe, con el fin de continuar avanzando en la integración de los pueblos y fortalecer nuestras voces de rechazo frente al modelo neoliberal.
Invitamos desde ahora a los movimientos sociales, campesinos, indígenas, sindicales, de mujeres, organizaciones ambientalistas y de defensa de derechos humanos, así como a las redes y otras organizaciones a participar en la IV Cumbre de los Pueblos que será realizada en Trinidad y Tobago en abril de 2009 frente a la V Cumbre de Jefes de Estado de las Américas. Debemos definir con precisión los días de nuestra reunión alrededor de las fechas de la cumbre oficial, separándolas y buscando entre todos los recursos financieros. Esperamos sus reacciones y aportes para armar colectivamente la agenda y metodología de nuestra cumbre.
Para el movimiento popular esa reunión será una ocasión importante para definir una posición pública ante los acelerados acontecimientos del último año, incluyendo los problemas de la integración regional, la crisis global, la definición ante las posiciones del nuevo gobierno de EEUU, así como para discutir la agenda del movimiento social con miras a profundizar el debate, la confrontación y la formulación de alternativas al modelo neoliberal. También será una ocasión para estrechar lazos con los movimientos sociales del Caribe.
Los temas de la Cumbre de las Américas ya han sido presentados por el comité organizador, en ellos se evidencia un fortalecimiento de las ideas neoliberales como estrategia de salida a la crisis y una preocupación cada vez mayor por la seguridad y la militarización de nuestros países; los ejes de trabajo serán: seguridad energética, sostenibilidad ambiental, seguridad pública y gobernabilidad democrática.
Un antecedente importante de este proceso es el hecho de que por iniciativa de Estados Unidos, todavía bajo el gobierno de Bush, los representantes de Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú y la República Dominicana, se reunieron en Nueva York el 24 de septiembre de 2008 para resaltar el “compromiso común con la liberalización del comercio y la inversión” y reivindicar que habían “tomado medidas para suscribir y poner en vigor tratados de libre comercio” que, según ellos, “han contribuido significativamente a la reducción de la pobreza” y declararon su “compromiso con la concertación de un acuerdo ambicioso en las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, con los objetivos del libre comercio y la continuación de los esfuerzos para promover la integración económica en el hemisferio.
Como se manifestó en la Cumbre de los Pueblos reunida en Salvador Bahía, “el actual gobierno de Bush en los Estados Unidos ha buscado dividir la región, reeditar la fracasada propuesta del ALCA, ha tratado de entorpecer o evitar los procesos de integración regional alternativos y profundizar los esquemas de libre comercio, apertura a las inversiones, endeudamiento en varios países y militarización, y la Unión Europea sigue buscando impulsar políticas similares en nuestra región”. Aún se debate si el nuevo gobierno de Obama continuará estas políticas o hará un replanteamiento de las relaciones con la región.
Por otro lado, en América Latina se han desarrollado iniciativas de integración que apuntan a una mayor autonomía regional, excluyendo a EE.UU., como se evidenció en las cumbres de presidentes que coincidieron en Salvador Bahía a finales de 2008. Sin embargo, estos procesos y la toma de distancia con la política de Bush no están exentos de contradicciones.
El rol de los movimientos sociales en el reconocimiento de estas contradicciones y en la generación de propuestas alternativas de integración adquiere ahora, de cara a la IV Cumbre de los Pueblos, una relevancia aún mayor. Este será un espacio para renovar el rechazo al modelo económico neoliberal y para reclamar de nuestros gobiernos políticas de desarrollo basadas en la igualdad y en la justicia social, garantizando la soberanía alimentaria y energética, el cuidado del ambiente, los lazos de cooperación latinoamericana, la igualdad de géneros y la diversidad étnica y cultural.
Así mismo, será de gran importancia el intercambio con los movimientos sociales del Caribe, con el fin de continuar avanzando en la integración de los pueblos y fortalecer nuestras voces de rechazo frente al modelo neoliberal.
Invitamos desde ahora a los movimientos sociales, campesinos, indígenas, sindicales, de mujeres, organizaciones ambientalistas y de defensa de derechos humanos, así como a las redes y otras organizaciones a participar en la IV Cumbre de los Pueblos que será realizada en Trinidad y Tobago en abril de 2009 frente a la V Cumbre de Jefes de Estado de las Américas. Debemos definir con precisión los días de nuestra reunión alrededor de las fechas de la cumbre oficial, separándolas y buscando entre todos los recursos financieros. Esperamos sus reacciones y aportes para armar colectivamente la agenda y metodología de nuestra cumbre.